En realidad, somos unos clásicos. No nos gustan las modas ni las seguimos. Somos así de llanotes. Pero tenemos que reconocer que queda mejor decir ‘vintage’ que ‘viejuno’. Cosas del marketing. Así que hemos sucumbido un poquito -solo un poquito, ¿eh?- a esa moda de volver a lo clásico y queremos presentaros un par de novedades al respecto.
Hasta ahora, el color del papel que usamos para vuestras invitaciones es color crema. Los sobres también son del mismo tono, salvo algunos de vosotros que nos pedís otros con colores más atrevidos o diferentes.
Este año hemos querido cambiar un poco y hemos empezado a utilizar papel blanco para las tarjetas. Eso sí, los sobres son negros. Nos parece más elegante y le da un puntito díscolo a eso de casarse de blanco tan tradicional.
¿Y lo del ‘vintage’ del principio dónde está?, os preguntaréis inquietos. Ya va, ya va…
En diseños a dos colores hemos optado por el negro y gris para darle ese puntito que recuerde a las viejas fotos de nuestros abuelos. Las hemos llamado ‘vintage’ porque tienen cierto aire a los antiguos daguerrotipos o las fotos que los viejos fotógrafos minuteros hacían por los pueblos de este santo país.
Vale, como fotógrafos merecemos la pena de muerte. Lo reconocemos, pero es que nuestro arte va más por el camino del lápiz que por el de Kodak. Lo mejor será que vengáis a verlas a nuestro taller. Y si vivís fuera de Madrid, también os podemos enviar alguna muestra a vuestras casas. No diréis que no os lo ponemos fácil.